Para conseguirlo, huye de las dietas extremas y milagro.
De eso trata este blog, de los buenos hábitos de vida y alimentarios.
Cuando estás perdiendo peso, hasta llegar al objetivo hay que ser muy constante y no rendirse, porque ahí está la base del triunfo. Solamente cuando has llegado a tu meta, puedes "relajarte".
Date caprichos un día a la semana. Al igual que por dejar de comer un día no adelgazarás, si comes lo que te apetece solamente una vez por semana, tampoco vas a engordar. Eso si, solamente cuando hayas llegado a los kilos que querías llegar.
El resto de la semana tienes que continuar con el deporte y la comida sana que has aprendido a comer cuando querías perder peso.
A mi me sorprendió a medida que iban pasando los meses, el día de los caprichos casi no me apetecía nada. Es increíble pero comer sano engancha.
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